Gracias a la promesa única de capacidad de actualización de SMART, nuestras pantallas no solo tienen un largo ciclo de vida, sino que, en realidad, mejoran con el tiempo.
Gracias a los paneles LED, cuya vida útil es de 50 000 horas, las pantallas SMART están diseñadas para seguir funcionando con solidez. Las sometemos a pruebas bastante duras (temperaturas extremas, humedad y cambios de voltaje) para asegurarnos de su resistencia. Esta durabilidad significa que nuestros productos se rompen con menos frecuencia, lo que no solo contribuye a reducir los residuos eléctricos y minimizar las emisiones de CO2 debido a sustituciones de productos innecesarias, sino que también ofrece una calidad con la que puede contar.
En un entorno de aula típico, puede esperar que una pantalla SMART dure hasta 30 años, asumiendo 8 horas de uso diario y 200 días de escuela al año.
Pero no solo se trata del hardware. Las pantallas interactivas SMART con iQ incluyen actualizaciones inalámbricas que ofrecen actualizaciones de software del sistema y nuevas funcionalidades.
SMART también ofrece opciones de actualización basadas en dispositivos para que las pantallas más antiguas sigan funcionando con el software más reciente. De hecho, el dispositivo AM60 iQ lanzado recientemente admite incluso pantallas que se remontan a 2015.
